La terapia de pareja es un lugar que cuido con especial cariño porque suele estar cargado de desamor, dolor, malos entendidos y posiciones enfrentadas, asfixiando sin querer los miembros de la pareja a la relación. Y justo es a ella a la que me dedico, el paciente será la relación de pareja por sí misma y no tanto los miembros que la componen.
Toda pareja está formada por tres piezas fundamentales, tú, yo y la relación que establecemos entre ambos, relación que tiene su propia historia, sus códigos, su lenguaje, sus normas, sus secretos, sus encuentros y desencuentros, sus momentos de expansión y de retracción, sus crisis y a veces incluso sus idas y venidas, sus principios y sus finales.
La pareja necesita de varios pilares para perdurar en el tiempo con equilibrio y salud, a saber: la pasión, la complicidad y el compromiso. Cualquiera de las tres patas puede debilitarse y tambalear al sistema, detectar cuál o cuáles están desgastadas será la labor del primer encuentro… ¿qué nos pasa?
La terapia de pareja es un viaje apasionante para los que creemos profundamente en el buen amor, es como narrar la historia de una relación desde el dolor que provoca una crisis, para rescatarla, para reanimarla, para continuar escribiendo la saga o para poner juntos el mejor de los finales, eso dependerá únicamente de los protagonistas de su historia.