Dr. Elena Berazaluce

Profesional de la salud mental en el ámbito privado desde 2003, experta en psicoterapia de adultos, niños y adolescentes. A lo largo de mi trayectoria profesional mantengo una formación continua con el firme propósito de actualizar y ampliar conocimientos y técnicas. El trabajo día a día con los pacientes resulta tremendamente enriqueceder a todos los niveles, por su implicación, su generosidad y por permitirme ser un agente de cambio en sus vidas y en la transformación de sus narrativas personales. Trabajo por y para el cambio, tanto del individuo como de las relaciones que embarcan a los sistemas familiares y parejas a situaciones de disfuncionalidad generadoras de sufrimiento. La clave de mi entusiasmo parte de la firme creencia de que el mejor agente de cambio y de recuperación es el propio paciente y que la psicoterapia es una herramienta, que bien usada, percibo año tras año como altamente eficaz para la solución de problemas.

Visita mi blog:

Mi perfil de profesional en :

fb_doctoralia_logo_1500x768

El éxito de la psicoterapia se apoya en gran medida en la relación terapéutica que se establece entre paciente y terapeuta, siendo el compromiso por parte de ambos clave para establecer confianza y un proyecto en común compartido: el logro de los objetivos terapéuticos que persigamos.

Comprometernos en el proceso implica ser responsables, respetuosos y empáticos con el tiempo y el esfuerzo de ambos, para ello acordamos las normas de la terapia al inicio del proceso, sin confusiones y con beneficios para todos.

Necesitamos sentirnos seguros en la relación terapéutica, conscientes de que la consulta es el lugar perfecto para expresar aquello que guardamos como grandes tesoros en absoluta libertad. El acuerdo paciente terapeuta implica la garantía de que “lo que pasa en consulta, se queda en consulta”.

La consulta se transforma en el lugar perfecto donde depositar, almacenar y ordenar todos los contenidos que afloran a la mente del paciente. La llave siempre puedes cerrarla al finalizar la sesión.

Si hay algo que me caracteriza es la claridad en los procesos terapéuticos, huyo de la divagación y del exceso de interpretaciones libres que pueden hacer que el paciente se pierda e incluso angustie en exceso.

Considero que ser claro no sólo afianza el vínculo paciente terapeuta sino que facilita al cambio terapéutico y la toma de conciencia de los asuntos aún no reconocidos o no elaborados por parte del paciente.

Muchos pacientes sienten verdadera preocupación por contar “la verdad” para no perder el tiempo en la terapia y ese movimiento les coloca a veces en un exceso de búsqueda de la objetividad que les aleja de su propia necesidad de contar sólo aquello que en cada momento necesitan.

“La verdad” como tal no es medible y ni siquiera necesaria, la mente es pura subjetividad y justo ahí radica su encanto. Vivimos cada experiencia desde nuestro propio punto de vista, personal e intransferible y así entiendo yo misma al paciente, como una persona en pleno derecho para otorgar a las cosas sus propios significados. Sólo conociendo su particular manera de narrar sus vivencias podemos avanzar en el proceso de una forma verdaderamente sincera y plena.

Servicios